“No hay ningún viento favorable para el que no sabe a qué puerto se dirige”
Schopenhauer.
El comienzo del año siempre es tomado como una excelente oportunidad para analizar y plantear propósitos, que tengan una repercusión significativa para la vida, y es que, bien dicen por ahí , “año nuevo, vida nueva“, esa es la magia de los comienzos. Siempre es necesario un respiro de aire fresco que nos motive a generar metas o alcanzar aquellas que tenemos pendientes.
Esa vibra positiva que trae el inicio de un año nuevo nos motiva a replantearnos la forma en que hemos estado viviendo, y nos impulsa a proponernos un cambio positivo o a dirigirnos en una dirección que no habíamos considerado antes. Algunos optan por comenzar a hacer más ejercicio, otros por emprender un negocio, viajar más, ahorrar, entre otras actividades. El punto es que todo aquello que nos hemos estado proponiendo, no solo se quede en planes, sino que se conviertan en realidad.
Te aconsejamos que, cualquiera que sea tu propósito, o incluso, si consideras que obtuviste algún aprendizaje significativo , escríbelo, pues bien dicen: «lo que no se escribe, no existe», también ayuda a tener mayor claridad y estructura mental sobre lo que queremos realizar o las lecciones que nos han ayudado a madurar.
En referencia a tus propósitos, además de escribirlos, te aconsejamos que diseñes un plan de acción, que te permita definir el lugar en el que actualmente te encuentras, e ir diseñando el camino que puedes seguir a corto, mediano, y largo plazo, hasta cumplir con tu meta. ¡Te aseguramos que esto será una herramienta fundamental para que avances poco a poco en tus proyectos!
Desafortunadamente no todos los objetivos que nos proponemos se terminan cumpliendo; de acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de Scranton únicamente el 8% de las personas logran sus propósitos de Año Nuevo.
Es verdad que nosotros mismos tendemos a ponernos barreras psicológicas que acaban impidiendo lo que originalmente queríamos, pero también es cierto que podemos desarrollar habilidades para eliminar esas barreras y aumentar la probabilidad de lograr nuestras metas.
Hay una estrategia que queremos compartirte para que los planes que tienes para este nuevo ciclo se vean de manera más clara y realista. ¡Corre por lapiz y papel y anota las siguientes recomendaciones!
Escribe metas realistas.
¡Está bien pensar en grande! pero ¡vamos! también hay que ser realistas.
La emoción de plantearnos nuevos objetivos, en ocasiones, hace que perdamos de vista factores que son decisivos para el logro de los mismos, y solo nos lo proponemos sin pensar más allá, por lo que poco a poco, vamos desistiendo en cumplirlos.
Nuestro consejo es que comiences paso a paso para alcanzar tu meta, por ejemplo, si te has propuesto aprender a cocinar, puedes comenzar por sacar una receta y realizar algún plato sencillo e ir avanzando paulatinamente.
Sé concreto
Esto va de la mano con el punto anterior, siempre es más sencillo avanzar cuando vemos posibilidades en alcanzar la meta. Si tu objetivo es ahorrar cierta cantidad de dinero al año, establece cuánto es lo que puedes ahorrar por mes, o por día para que ese ahorro se vea reflejado. Pero ten la disciplina de cumplirlo realmente, y que esto no afecte en tu economía.
No pospongas tus propósitos.
Aprovecha el entusiasmo del momento para comenzar cuanto antes. De otra manera, es posible que comiences a retrasar tus actividades, y esto no funcionará para cumplir tus planes. Mientras más pronto comiences, mejor será, ya que verás un avance y esto mantendrá la motivación para seguir adelante.
Aprende de tus fracasos.
No todo será miel sobre hojuelas ¿cierto? pero también se dice que los fracasos son prueba de que estás avanzando, o que estás haciendo algo diferente. Así que ¡no te preocupes! aprende de cada error y evalúa lo que crees que no funcionó. Haciéndolo podrás comenzar NO DESDE CERO, SINO DESDE LA EXPERIENCIA. ¡Mantén tu actitud positiva!
En este nuevo ciclo, puedes también motivar a tu familia a realizar propósitos en conjunto, por ejemplo, si es posible, comer juntos a la misma hora, darse un momento a la semana para juegos de mesa, salir a comer fuera en un fin de semana.
Realizar esto, será un buen ejemplo para que a temprana edad, tus hijos comiencen a desarrollar valores como la disciplina, responsabilidad, compromiso, y la tolerancia. Además traerá consigo beneficios grandes para la convivencia familiar.
Asimismo, puedes enseñarle a tus hijos la importancia de plantearse objetivos, pues son trascendentales para el éxito en su vida, ya que los ayuda a crecer en todos los ámbitos y los mantiene motivados para alcanzar sus sueños.
Ya hemos mencionado algunas recomendaciones para que cumplas tus propósitos, pero también queremos dejarte una pequeña guía que te ayudará a mantener la motivación.
La autodisciplina se entrena y cuanto más se acumula el éxito, más empieza uno a verse a sí mismo de manera diferente. Un propósito implica logros y caídas, lo importante es que estas últimas lejos de derrotarnos sirvan para aumentar nuestro esfuerzo y constancia.
Generalmente cuando pensamos en los propósitos del nuevo año nos enfocamos en propósitos personales, lo cual es necesario para seguir desarrollando nuestro potencial individual, no obstante esta época también representa una excelente oportunidad para plantear objetivos familiares, donde todos los miembros participen y se involucren, esto generará momentos de reunión, comunicación y escucha activa que nos sorprenderán.
Departamento de Psicología Primaria
