¿Cuánto es demasiado para dar a los niños?

Feb 11, 2018 | Uncategorized

“Mientras más te damos, más pides” ¿Quién no conoce esta legendaria frase?, ¿Cuántos de nosotros no la escuchamos en voz de nuestros padres e incluso la hemos repetido a nuestros propios hijos?, pero parece que la frase no es efectiva en sí misma, pues aunque la repitamos cientos de veces, los niños parecen insaciables y siguen pidiéndonos más y más.

En vísperas de la gran celebración del día del niño, creemos oportuno compartir con ustedes algunas claves para responder a preguntas tales como; ¿Cuánto les debemos dar?, ¿Debemos darles todo lo que nosotros no tuvimos?, ¿Qué es lo que ellos necesitan realmente?

Un niño necesita muchas cosas para vivir, para desenvolverse en las diferentes esferas donde interactúa, requiere que sus necesidades básicas sean cubiertas; alimentación, vestido, salud, educación; necesita sentirse aceptado, valorado y perteneciente a un grupo social, requiere estar en comunicación estrecha con las personas que son significativas para él o ella.

En fin, necesita cubrir muchas necesidades para crecer y convertirse en un Ser Humano bien adaptado a una sociedad global que demanda no solo un gran desarrollo de competencias sino una formación basada en valores y los padres somos los primeros responsables en cubrir dichas necesidades, pero ¿cómo podemos cumplir con todas estas responsabilidades? Existen tres vías principales para ello y aquí te las presentamos.

1. La atención que les damos a los niños.

2. La capacidad de decisión que otorgamos a los niños.

3. Los objetos materiales que les proporcionamos.

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Perder el equilibrio entre estos tres elementos, significa que nos excedemos en alguno de ellos, de modo que el niño tiene demasiado de un aspecto, pero muy poco de los otros, si hemos perdido el equilibrio hemos llegado a un punto en el que el niño no resultará beneficiado.

Es fácil creer que podemos compensar nuestra falta de atención atiborrando al niño de objetos materiales o podemos exagerar su capacidad de toma de decisiones y permitir que haga lo que el niño juzgue conveniente, porque a veces a nosotros nos cuesta trabajo poner límites o ser una guía efectiva.

Poner a prueba los límites es lo primero que el niño hace para darse cuenta qué nivel de control puede tener sobre nosotros, y por tanto sobre su propia vida. Esta es una actitud normal y sana, él quiere saber cuál es su grado de influencia sobre los demás, en primer lugar, sobre sus padres y posteriormente sobre otros adultos y/o niños.

Para caminar esa ruta dependencia-independencia, el niño debe sentirse fuerte, capaz, de controlar una parte de su vida y de cambiar las situaciones externas que lo afecten. Pero los problemas comienzan cuando el niño domina suficientemente a sus padres como para hacerles perder el equilibrio entre la atención, la capacidad de decisión y los objetos materiales que le proporcionan. Así aprenderá a manipular, para obtener lo que desea.

A lo largo de las diferentes etapas de la vida, el ser humano debe ir adquiriendo un nivel de tolerancia a la frustración suficientemente aceptable, que le permita enfrentarse a las inevitables contrariedades de la vida y le ayude a lograr la superación de egocentrismo, mismo que le ayudará a ver y tomar en cuenta las necesidades de los demás.

Los cimientos de este proceso se definen en la infancia. El niño con un bajo nivel de tolerancia a la frustración generalmente no soporta ser contrariado en sus caprichos, no puede aceptar cambios de planes y casi siempre “logra salirse con la suya” a fuerza de presionar a los demás.

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En caso de que tu hijo sea demasiado demandante y quieras remediar la situación, o bien estés buscando una forma de evitarlo, te sugerimos hacer los siguiente:

No le des todo lo que quiera cada vez que lo pida

Habrá ocasiones en las que, debido a situaciones económicas, de tiempo o recursos en general no puedas ni debas complacerlo. El niño necesita desarrollar la capacidad de adaptarse a las circunstancias.

Pídele que justifique sus demandas

Ya hemos dicho que no debes darle algo solo porque lo exige, el postergar sus deseos y pedirle que explique las razones verdaderas de los mismos, le llevará a darse cuenta y a mostrarte cuál es el verdadero origen de su demanda; por ejemplo: un niño que pide constantemente el que le compren un perro, nos puede llevar a darnos cuenta que en realidad lo que desea es un ser vivo que le haga compañía y en quien él pueda depositar parte de su cariño. El observar y enseñarle al niño a identificar y expresar qué es lo que realmente necesita, puede hacer la diferencia entre lograr contacto verdadero y profundamente emocional con el niño y posponer o no atender sus verdaderas necesidades emocionales creando un vacío y distanciamiento entre padres e hijos.

Lleguen a un acuerdo cuando las necesidades de ambos sean opuestas. Busquen comprometerse con soluciones que sean satisfactorias tanto para el niño como para ti

Por ejemplo; si el niño desea un juguete caro y tú no puedes o no consideras que sea oportuno pagar el cien por ciento del costo del mismo, pueden llegar al compromiso de que tu pagarás la mitad si el niño paga la otra mitad del juguete con sus ahorros. Ello enseñará al niño que, cuando desea algo también es capaz de aportar por conseguirlo, y cuando decimos aportar no solo nos referimos al valor económico, sino también al esfuerzo, al desprenderse de algo para ayudar a otro (en este caso a papá o mamá a no correr por su cuenta con un gasto elevado), pero sobre todo le enseñará a valorar y cuidar el bien obtenido pues en él ha depositado algo de sí mismo.

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Enséñalo a pensar en los sentimientos y necesidades de los demás

Después de una discusión o pelea entre hermanos o amigos por juguetes, juegos, por no saber perder en los mismos o por cualquier otra razón; busca un momento tranquilo con tu hijo (a) acércate y pregúntale ¿Cómo crees que se sintió tu hermano (a) o tu amigo (a) ante la forma en que actuaste o respondiste en el conflicto que tuvieron?, ¿De qué otras formas pudiste actuar para resolver el problema sin que él o ella se hayan sentido lastimados, no escuchados o no respetados?, ¿Cómo te hubiera gustado que te trataran a ti bajo esta misma circunstancia? Esta práctica ayudará a tu hijo a conectar empáticamente y a crear un bagaje de posibles respuestas asertivas para una siguiente ocasión en la que deba enfrentar y resolver un conflicto.

Sé firme en tus decisiones 

Como ya lo habíamos mencionado, cuando después de mucha insistencia de su parte dices “si” a pesar de haber empezado diciendo “no”, el niño aprenderá que, a la larga cedes ante sus demandas. Esto lo alentará a seguir pidiendo afanada e indefinidamente.

Por el contrario si te mantienes firme en tus decisiones lo que muestras a tu hijo es que no siempre se cederá a sus caprichos, que debe esperar el momento más adecuado o bien que en ese caso como en muchos en la vida deberá renunciar a ciertas cosas que, o no está en sus manos obtener o bien no son necesarias para él en ese momento de su vida.

Dale la oportunidad para tomar decisiones

El tener la oportunidad de elegir en ocasiones por ejemplo, la ropa que usará para el fin de semana o el cereal que desayunará, etc. Lo hace más responsable de sí mismo y disminuye la necesidad de poner a prueba su poder ante ti. Aprende que hay aspectos de su vida sobre los que, si tiene control y en los que no debe solicitar demasiada ayuda, es decir le da posibilidades de ensayar su libertad en la toma de algunas decisiones.

Regálale un poco de ti

Finalmente date cuenta que hay cosas imperceptibles que el niño pide de ti, cosas más importantes que los paseos o los juguetes El niño te pide compañía, seguridad, aprobación, amor, todo ello solo podrás otorgárselo y él lo percibirá a través de tus actitudes; por ejemplo; si vas a jugar con él, dedícale todo tu tiempo al juego, no atiendas el celular, apaga el televisor, o no atiendas a otras personas mientras sea su momento de juego. Esto le dará la certeza de que para ti él o ella son muy importantes y valiosos y favorecerá su autoconcepto y autoestima.

Esperamos que estas sugerencias sean de utilidad para ustedes.

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