Al formar parte de una sociedad, nuestros pequeños necesitan desenvolverse con base en ciertas normas a lo largo de su vida. Estas normas incluyen los valores, que están relacionados con la moral y la ética. Usualmente, el primer factor en el que se piensa cuando hablamos de educación en valores es el prójimo y en cómo los demás aceptan los comportamientos.
Sin embargo, actualmente, con tantas corrientes de pensamiento y un cambio de paradigmas sociales, es importante poner sobre la mesa qué significa la educación en valores y cómo influye en nuestros niños de Kínder.
Sobre todo, es crucial tocar un punto que va más allá de la mirada de los demás: el cultivo de valores comienza con el crecimiento personal, pues el estado interno de cada persona se reflejará en su relación con los demás.
La educación en valores: ¿Qué es?
Comúnmente asociamos los valores con el desempeño bueno o malo de una persona. Es fundamental que tomemos en cuenta que, al educar a nuestros pequeños, estos no tienen idea de qué es bueno ni qué es malo, por lo que los adultos les ayudaremos a adquirir el significado de cada uno de estos conceptos.
Lo anterior es muy delicado, ya que quiere decir, nada más y nada menos, que nuestra forma de ver el mundo como papás va a permear en ellos ¡para toda su vida! Y lo que aprendan de nosotros sobre qué es bueno o malo, posiblemente lo repliquen en su día a día.
Se conoce como valor a una virtud moral, ética y psicológica que posee una persona. Inevitablemente, ciertas acciones han estado ligadas a nuestro concepto de tener valores, como las siguientes:
- Decir siempre la verdad y respetar las pertenencias de los demás (honestidad y honradez)
- Mantener discusiones sin gritar, insultar, siempre respetando la integridad física de los demás (respeto y tolerancia)
- Respetar la intimidad de los demás (prudencia y discreción)
- Ayudar a alguien en una situación vulnerable (solidaridad y empatía)
Cultivar valores desde el Kínder: por qué es importante
Cuando los valores se fomentan desde el Kínder, los niños los aprenden de manera natural y los van incorporando a su vida y a su modo de interactuar con los demás de manera que no fuerzan su puesta en práctica.
Los adultos somos testigos de cómo los niños son capaces de aprender nuestras conductas y comportamientos, lo que debe suponer un foco de alerta. Diversos psicólogos y pedagogos han señalado que tanto la observación como la imitación son las principales estrategias de aprendizaje de los niños de preescolar, además del juego.
¿Cuántas veces nos hemos sorprendido cuando vemos actuar a nuestro(a) pequeño(a) como lo hacemos nosotros mismos, ya sea en un sentido positivo o negativo? Sin darnos cuenta, nuestras acciones y palabras tienen un impacto en su aprendizaje.
En este sentido, la importancia de fomentar una cultura de valores en la educación en niños de Kínder es fundamental en todos los aspectos de su vida. Cultivar significa sembrar una semilla que germinará y cuyo fruto se cosechará con el tiempo, ya en la vida adulta. Y hacerlo trae consigo beneficios para él o ella y todos en su entorno.
Beneficios de cultivar valores en pequeños de Kínder
Con lo anterior queremos decir que el aprendizaje es significativo porque comprenden que esto les brinda beneficios en su desarrollo personal. Entre todos los beneficios, los más importantes son los siguientes:
Bienestar personal
En toda educación en valores, este debería ser uno de los pilares relevantes, y la razón es muy simple: si no existe el cultivo de valores en uno mismo, ¿qué trato podría darse al resto de la sociedad? Teniendo en cuenta que el respeto debe comenzar en casa, también debemos fomentar el respeto por uno mismo en nuestros pequeños.
De esta manera, ellos aprenden que no pueden dar a los demás nada que no tengan en sí mismos, y si solo les enseñamos a que deben respetar sin que ellos mismos lo pongan en práctica con su mente y con su cuerpo, reciben un mensaje que puede ser incongruente para sus emociones y su estabilidad mental.
El respeto hacia uno mismo empieza gestionando las emociones, cuidando la mente y el cuerpo y manteniendo actitudes y hábitos que impacten positivamente de manera personal para luego manifestarlo a los demás.
Relaciones interpersonales
Con lo anterior, como un efecto dominó, fomentaremos en nuestros pequeños crear relaciones interpersonales sanas y formaremos en ellos el interés genuino del bienestar colectivo para el resto de su vida. De igual manera, les ayudará a establecer vínculos de amistad y compañerismo sólidos y les permitirá trabajar en equipo siempre.
Desempeño en todos los ámbitos
Lo anterior irremediablemente impactará en todos los ámbitos, logrando que nuestros pequeños sean los mejores, incluyendo la escuela, en actividades extraescolares como el arte y el deporte, así como el terreno laboral cuando sean adultos. Por supuesto, en el aspecto familiar los frutos se verán de manera más evidente.
¿Los valores deberían imponerse?
Como mencionamos al inicio, como todo aprendizaje destinado a niños pequeños, solemos fomentar valores introduciéndolos a ellos “porque sí”. Le decimos a un niño que salude, que sea amable, que comparta simplemente porque se lo ordenamos, pero olvidamos que todo aprendizaje debe tener un porqué.
Si desde pequeños les enseñamos que la práctica de valores les traerá un beneficio de manera interna y que con ello podrán crecer siempre como personas, no habrá duda alguna de que buscarán siempre hacer lo correcto y ayudar a los demás para construir un mundo mejor.
Ahora es momento de que te preguntes cómo estás fomentando valores en tu pequeño de Kínder. ¿Le has enseñado por qué son importantes? ¿Cómo ha reaccionado? En Colegio Washington cuidamos mucho este aspecto siempre, por eso nos caracterizamos por tener un modelo educativo en Kínder muy innovador.
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