Actualmente, todos, tanto adultos como pequeños, estamos experimentando una gran falta de concentración, fenómeno cada vez más común debido al impacto de la tecnología. En el caso de los pequeños, a esto se suma el desarrollo de su cerebro, que durante la infancia no está completamente preparado para concentrarse como un adulto lo haría.
Si has notado que tu hijo es distraído y le cuesta mucho concentrarse, continúa leyendo estas claves diseñadas desde el Colegio Washington para descubrir algunos tips con tu pequeño de Kínder que puedes poner en práctica en casa desde hoy.
Pero primero… ¿Qué es la concentración y qué implica realmente?
De manera breve, la concentración es el proceso mental que llevamos a cabo para poner toda la atención a una tarea durante determinado tiempo. Y cuando hablamos de “toda la atención” estamos hablando de lo contrario a eso que conocemos hoy como multitasking, la capacidad de “concentración” en varias tareas a la vez, lo que real y genuinamente pocas personas poseen.
Se ha estimado que el tiempo promedio de concentración en un adulto es de 45 minutos seguidos, mientras que el de los pequeños es, por muy alto, de 20 minutos. Entender esto nos ayuda, en primer lugar, a conocer el nivel de exigencia que debemos pedir a un niño al momento de que adquiera un aprendizaje mediante su atención focalizada.
Si los adultos no podemos ni siquiera cumplir con este plazo, aun con nuestras capacidades intelectuales ya desarrolladas, ¡imagina a tu niño tratando de esforzarse para realizar una tarea que no entiende o no sabe cómo hacerla! Naturalmente, a esto seguirá una reacción en cadena que generará conflictos entre él o ella y tú, haciendo de estos momentos algo frustrante.
Concentrarse de verdad implica lo siguiente:
- Enfocar toda la atención hacia una tarea a la vez.
- Relajar el cuerpo y la mente.
- Respirar de manera tranquila.
- Evitar la intervención de emociones (en especial, las negativas).
- Memorización y comprensión de la tarea o situación.
Cuando nuestros pequeños logren una buena concentración, se manifestará en estas señales.
¿Qué aspectos debemos fomentar y qué evitar para impulsar la concentración?
Para ejercitar la concentración en nuestros pequeños, hay una lista de situaciones que debemos fomentar y otra de lo que debemos evitar al trabajar con ellos.
Fomentar:
- Antes de comenzar, delimitación de los objetivos de la actividad o tarea a realizar, que deben ser muy específicos.
- Preparación de los materiales necesarios antes de comenzar la tarea.
- Comunicación con el pequeño: mira sus ojos cada vez que le hables y, al hacerlo, sé claro o clara en lo que quieres que realice.
- Diversión, ya que hacer tarea no significa que sea un momento de seriedad sino todo lo contrario. El aprendizaje puede ser lúdico también.
- Motivación y recompensa, lo que significa que entienda en qué le está beneficiando hacer una tarea y que en algún momento la terminará y podrá tener un descanso o bien ir a jugar.
- Buena calidad y cantidad de sueño.
- Alimentación sana, pues nuestros pequeños se encuentran en desarrollo y deben absorber todos los nutrientes.
- Reconocimiento y amor. Es muy importante que, haya logrado o no un objetivo, felicites a tu pequeño por su esfuerzo. Es fundamental que no condiciones tu demostración de afecto con base en sí logró algo o no, ya que esto afecta su autoestima a niveles inconscientes que más adelante repercutirán en su desarrollo. Tú amas a tu pequeño incondicionalmente.
- Una rutina de trabajo, para que sepa cuándo y cuánto debe dedicar al estudio.
Evitar:
- El hambre, sed y/o ganas de ir al baño al momento de estudiar.
- Distracciones de ruidos, imágenes, movimiento en casa.
- Regaños y reclamos, así como ambientes de tensión y discusión directa con tu pequeño o entre adultos. Esto afecta severamente a tu hijo aunque en ocasiones ni siquiera lo demuestre.
5 Consejos para poner en práctica para mejorar la atención
Ahora te damos unos consejos para practicar todos los días para crear un buen tiempo de calidad en su estudio.
1. Buen ambiente de estudio:
Está comprobado que la motivación para realizar una tarea depende, en buena medida, del espacio donde se realice, el cual debe estar acondicionado para un buen desempeño. ¿Cómo lo logramos? Manteniendo el orden, la limpieza y la comodidad, siempre de acuerdo con los propósitos del estudio. Por ejemplo: destinar una silla cómoda, un escritorio a la medida, buena iluminación, ventilación, etc.
2. Otras actividades ideales para la concentración:
A pesar del avance tecnológico, los pequeños deben potenciar habilidades manuales y divertidas. Para activar su mente y fomentar la atención, puedes facilitarle actividades como colorear, trabajar con plastilina, armar rompecabezas con imágenes o de construcción, resolver crucigramas o la sopa de letras. Ni siquiera notarán que están trabajando su mente.
3. Seccionar el tiempo de estudio:
Ya mencionábamos que un pequeño solo puede concentrarse, en promedio, 20 minutos. Algunos ni siquiera eso. Por esta razón, por ejemplo, durante su estancia en el colegio se desarrolla una didáctica especial para esta etapa, en la que se fomenta el aprendizaje mediante herramientas que no exijan más de lo que puede dar.
Al estudiar en casa, sigue los mismos principios: anima a tu pequeño para que estudie por este plazo y que luego tome un descanso de 5 minutos.
4. Hacer deberes antes de jugar:
Es fundamental que las tareas importantes se realicen antes de cualquier actividad que implique jugar. Si estuviera en nuestras manos, ¿quién no viviría jugando? Por eso, antes de recibir la mayor de las gratificaciones y mientras es temprano, pongan manos a la obra y cultiva el estudio en tu pequeño como actividad primordial.
5. Primero lo más complicado:
Es mejor comenzar por lo más difícil. Sabemos que hasta para los adultos esto es una tortura, pero al hacerlo un hábito inculcaremos una herramienta mental poderosa a nuestros pequeños como es el hecho de encarar lo que más disgusta o cuesta trabajo. Por supuesto, cada niño aprende de distinta manera, por lo que este punto queda a tu consideración con base en cómo se desempeñe él o ella.
El Colegio Washington está para ayudarte
Si leíste esto es porque tal vez tu pequeño está pasando por una etapa en la que quieres apoyar a tu pequeño a fortalecer su concentración. Si bien aquí te damos unos consejos, debes saber que es importante detectar la razón de su falta de concentración, así como acudir con especialistas si esta situación persiste.
En el Colegio Washington somos expertos en psicopedagogía, por lo que asumimos los retos de enseñanza de acuerdo con las necesidades de cada pequeño que forma parte de nuestra familia educativa.
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